Autoras:
Crio. Inspector. Prof.  Leticia Inés Cabrera.

Prof. Mónica Pereira.

La Autoras integran el equipo de Asesoría Pedagógica del IESFPYSP DEL Chaco.

Conferencia en el marco del III Congreso Internacional de  Mediación Policial y Policía de Proximidad organizado por la división Capacitación del IESFPYSP del Chaco. Junio 2022

Para abordar la temática que da título a esta ponencia: “La Mediación policial en la formación inicial y continua” nos centraremos en dos ejes: uno de ellos es el histórico y otro el normativo conceptual.

La formación policial está íntimamente relacionada con los conceptos de seguridad interior, seguridad pública, seguridad ciudadana y seguridad humana. Estas conceptualizaciones influyen tanto sobre la manera de pensar a la profesión policial como en la formación misma.

En la Argentina, la Ley de Seguridad Interior N°24059/92 define a la misma como una situación de hecho basada en los derechos que resguardan la libertad, la vida y el patrimonio de los habitantes, así como sus derechos y garantías, siempre en el marco de las instituciones del sistema representativo, republicano y federal establecido por nuestra Constitución Nacional. Señala que las fuerzas policiales y de seguridad de la Nación son las responsables de ese resguardo.

La Ley de Seguridad Pública de nuestra provincia, N° 2011_J, define a la seguridad pública como la situación política, institucional y social en la cual las personas pueden gozar y ejercer plenamente sus libertades y derechos. En este sentido, la seguridad pública comprende un conjunto de acciones institucionales y sociales tendientes a resguardar y garantizar las libertades y derechos de las personas mediante tres acciones: la prevención, la conjuración y la investigación del delito.

En estas tres acciones centrales, la policía es un actor clave y son, justamente estas acciones las que demandan a la formación policial el planteamiento de nuevos marcos interpretativos válidos para atender las múltiples demandas que desafían hoy la compleja trama de la seguridad, de allí que la formación de los integrantes de la institución policial adquiere una importancia estratégica para dar respuesta a los desafíos actuales.

Desde el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) se construye el concepto de Seguridad Ciudadana, definiéndose como el proceso de establecer, fortalecer y proteger el orden civil democrático, eliminando las amenazas de la violencia en la población y permitiendo una coexistencia segura y pacífica. La seguridad ciudadana es entendida entonces como una acción comunitaria para prevenir la criminalidad, del acceso a un sistema de justicia eficaz, de una educación que esté basada en valores, respeto por la ley y la tolerancia.

La seguridad se piensa desde un enfoque de calidad de vida, donde la seguridad humana representa la protección de las libertades vitales, proteger a las personas expuestas a amenazas y a ciertas situaciones que podrían poner su integridad en riesgo.

La seguridad humana implica crear sistemas que faciliten a las personas los elementos básicos de supervivencia, dignidad y medios de vida. La seguridad humana conecta diferentes tipos de libertades: libertad frente a las privaciones, libertad frente al medio y libertad para actuar en nombre propio.

Estos conceptos brindan un marco para pensar holísticamente la función policial ya que no refieren sólo a la reducción de los indicadores criminales, sino que también los esfuerzos en seguridad deben enfocarse en colaborar para crear condiciones de vida, previniendo actos delictivos.

La integridad y el patrimonio, son elementos fundamentales para que las personas puedan vivir y desarrollarse libres de miedo, de riesgo y de las amenazas. De allí el nacimiento del enfoque de Policía de Proximidad, cuyo fin es incrementar las actividades de prevención del crimen e incluye en su dinámica a la comunidad, generando una comunicación recíproca y teniendo como finalidad desarrollar la colaboración ciudadana.

Desde el enfoque preventivo y el modelo de policía de proximidad, se hace necesario que la formación de los sujetos esté vinculada al desarrollo de capacidades y la construcción de herramientas para actuar frente al conflicto en contextos específicos desde alternativas de gestión pacífica de los mismos, como lo es la mediación y el conjunto de los métodos RAD, con competencias efectivas frente a los problemas en concreto.

En este sentido, en la Policía del Chaco, la mediación se inscribe en la agenda educativa de la formación policial prácticamente en paralelo con las primeras acciones y formaciones a nivel del Poder Judicial y de la Universidad que dieron entidad a la Mediación y a los mediadores en nuestra provincia.

Así, desde fines de la década del 90, se incluyeron charlas de mediación de conflictos en el marco de las asignaturas jurídicas que integran los Planes de Estudio de los Cursos Obligatorios de Perfeccionamiento para el ascenso, en las distintas jerarquías de Oficiales, y, desde entonces la temática se trabaja de manera constante, con acciones de diversa duración y profundidad.

En el año 2007, la temática se constituye en un espacio curricular propio, con la denominación “Mediación y Negociación” al incorporarse definitivamente, como eje de la formación continua, en los Cursos de Perfeccionamiento obligatorios para el ascenso al grado inmediato superior, en la jerarquía de Comisario Principales, incluyendo tópicos tales como teoría del conflicto, Conflicto y violencia, las diversas estrategias de manejo del conflicto, la mediación y su proceso y, especialmente, el rol del policía en la negociación y en la mediación.

Las demandas actuales de la sociedad en materia de seguridad pública dieron lugar a nuevas prácticas de intervención poniendo en escena a nuevos actores, lo que significó también desafíos diferentes en términos de perspectivas de comprensión de los fenómenos cambiantes, nuevas técnicas y estrategias, que devinieron en nuevas condiciones de la formación inicial, tanto de los agentes como de los oficiales de policía. Las herramientas de la mediación se constituyen entonces en un recurso policial, desde la necesidad, cada más relevante, de la función de la Policía en la prevención de la violencia.

Las constantes crisis sociales, económicas, laborales, entre otras, que inauguraron este controvertido Siglo XXI, han empujado a los individuos a actuar de maneras muy versátiles, generando tensiones y enfrentamientos que muchas veces abundan más en el ámbito del hogar o vecinal y que podrían resolverse de manera “no judicializada”, recurriendo a la mediación como resolución alternativa de conflictos.

La mediación policial es una especificidad de la actuación policial, es uno de los recursos  para resolver los conflictos y ha de adaptarse en cada caso y a cada situación concreta, sin dejar de lado los métodos convencionales, ya que en algunas ocasiones puede surgir la necesidad de utilizarlos, cumpliendo uno de los principios básicos policiales que es conseguir una pacífica convivencia en la sociedad desde la libertad, donde se hace necesaria una Policía garante de la convivencia. Dada esta especificidad, desde el año 2008 en la Formación de Agentes, desde el año 2012 en la formación de Oficiales y desde el año 2015 en la formación en la acción de Instructores-tutores policiales se incluyó la mediación y la gestión pacífica de conflictos como uno de los ejes de contenidos de la unidad curricular  Seguridad Pública y función policial.

En el año 2016 se incluye como materia específica en la formación inicial de agentes y, en el año 2018 en la Tecnicatura Superior, formación inicial de los Oficiales Subayudantes.

Un hito muy relevante en esta constitución del campo de la mediación  al interior de la formación continua policial lo constituye el convenio, firmado en el 2013, entre la, entonces, Subsecretaría de Seguridad Pública del Chaco (Hoy Ministerio de Seguridad y Justicia), el Centro de Estudios Judiciales del Poder Judicial del  Chaco (C.E.J) y el Centro de Formación en Métodos Alternativos de Resolución de Conflictos (CE.FO.MARC), también dependiente del Poder Judicial, para “…la cooperación y complementación especialmente orientadas a la realización de acciones coordinadas de difusión, formación  y profundización de los Métodos Alternos de Resolución de conflictos a través del CEFORMARC y la actualización en temas jurídicos a través del C.E.J. y el Instituto de Educación Superior  de Formación Policial y Seguridad Publica destinadas a alumnos y personal del servicio policial como así también a los funcionarios responsables de la formulación, implementación y evaluación de las  políticas y estrategias de seguridad pública democrática y de la dirección superior y la administración general del sistema policial así como también de todos aquellos sujetos públicos o privados vinculados con los asuntos de la seguridad pública democrática en el marco de las misiones establecidas por el art. 25 de la ley Provincial 6976.” (hoy Ley de Seguridad Pública del Chaco N° 2011-J).

En el marco de este convenio, desde la fecha mencionada y hasta la actualidad, anualmente, se han realizado,desde elInstituto de Formación Policial y Seguridad Pública, acciones de difusión, formación y capacitación en las temáticas de Mediación y Resolución Alternativa de conflictos destinadas a los estudiantes en formación y al personal policial en actividad, así como a otras instancias interesadas.

Estas acciones están vinculadas estrechamente con el modelo de policía de proximidad, modelo que orienta la formación de nuestros estudiantes, donde uno de los objetivos es fortalecer la prevención del delito y la violencia, creando lazos de colaboración entre la policía y la comunidad.

La policía actúa como gestora de conflictos utilizando diferentes técnicas para favorecer la convivencia entre la ciudadanía, ofreciendo una visión diferente del conflicto, impidiendo que éste se haga más profundo y procurando que no se introduzca la violencia para tratar de vencer al otro.

¿Cuál es el desafío de la formación en mediación policial hoy? Desarrollar aquellas herramientas de la mediación que le serán útiles, no sólo para intervenir en un conflicto vecinal,  sino para abordar las diversas problemáticas que la profesión conlleva, tanto desde la conjuración de la violencia como desde el desempeño profesional al interior de la organización. Sólo a modo de ejemplo, la escucha activa y el conocimiento sobre la comunicación verbal y no verbal no sólo son útiles para la gestión pacífica de conflictos, sino también para recibir una denuncia, para dirigir a los recursos humanos a cargo, para atender a una víctima de violencia de género, sólo por mencionar algunas situaciones que enfrenta, diariamente, el funcionario policial.

El profesor Daniel Martínez Zampa, gran mentor de las acciones señaladas, expresaba en el año 2005: “Poder incorporar en la formación tanto inicial como continua los métodos alternativos de resolución de conflictos, entre ellos especialmente la Mediación,  nos demuestra, por un lado, que la mediación se ha ido adaptando a lo largo del tiempo a las diferentes demandas sociales y culturales y, a su vez, que la mediación como tal es una herramienta para el personal policial de la cual podrá valerse al momento de negociar de manera cooperativa para poder llegar a acuerdos que satisfagan lo máximo posible los intereses de las personas, respetando su sistema de valores”.

Para acceder a todas las conferencias del III CONGRESO INTERNACIONAL DE MEDIACIÓN POLICIAL Y POLICÍA DE PROXIMIDAD siga este link:

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