Por Daniel Martínez Zampa. Mediador. Docente.

Ante la pandemia actual, que ha contribuido a agravar la situación crónica de congestión y demoras en los tribunales, desde diferentes lugares se está mirando la mediación y los MARC como una forma de evitar el colapso de la justicia. 

Esto lo vemos en diferentes declaraciones, interés de los colegios profesionales y medidas que se comienzan a tomar desde diferentes espacios públicos viendo a la mediación y el Marc, como “LA SOLUCIÓN”.

Resulta positivo todo lo que permita difundir e instalar la mediación y los MARC en los diferentes ámbitos, aunque considero que los mismos NO SON EL REMEDIO A LOS PROBLEMAS DE LA JUSTICIA.

Si bien la mediación y los MARC pueden contribuir indirectamente a paliar algunos de las fallas del servicio de justicia, preocupa que se la quiera poner hoy como LA SOLUCIÓN a un problema mucho más complejo.

Es como pedirle a un analgésico o un antibiótico  que cure  un problema virósico o sirva para todos las enfermedades.

Justificar la mediación y los MARC en las fallas de la justicia es generar expectativas falsas que luego se volverán en contra de los mismos, o se generarán prácticas bajo la forma de “mediaciones” que se transformarán en espacios de trámite donde se intentará a cualquier costo llegar a un acuerdo aunque no satisfaga a las partes.

Para ello me permito tomar un concepto de Mediación de mis grandes referentes:

“El dispositivo de la mediación otorga la palabra a los sujetos que padecen y el mediador escucha, desde una posición neutral sus relatos (verdades que en tanto sujetos se constituyen en verdades subjetivas) para evaluar (este es el saber del mediador) si podrán diseñar estrategias consensuadas y conseguir aquello que dicen necesitar y acompañarlas en ese proceso sosteniendo su conflicto” (Aréchaga, P, Brandoni F, Finkelstein A, “Acerca de la clínica de la mediación, Lib. Histórica Bs. As. 2004)

De allí que considero que la participación, el protagonismo de las partes, la no delegación de poder en terceros ajenos al marco del conflicto y la toma de decisiones autónomas son los pilares sobre los que se asienta la mediación.

La mediación, los Marc y el trabajo de los operadores de conflictos tiene un sentido mucho más amplio, lograr que las partes tengan el control sobre sus conflictos, tengan espacios para comunicarse y encontrar sus propias soluciones, aprender a gestionar otras situaciones, encontrar respuestas que se ajusten a sus intereses, entre otros.

Señalar los límites de la mediación y no genera expectativas desmesuradas es también protegerla.

Como mediadores  y operadores de conflictos considero tenemos el deber de promoverla dentro de los límites que tiene, desarrollarla en los diferentes ámbitos y no empobrecerla pretendiendo que de soluciones a cuestiones que no están a su alcance directo.

¿Qué opinan colegas? El debate queda abierto…

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