A raíz de una noticia donde se promueve en España que los abogados puedan ser los únicos mediadores en causas judiciales, y la existencia en nuestro país de regulaciones donde se excluye a mediadores de otras profesiones en el ámbito intrajudicial o se las limita al campo previo al inicio de un juicio, siento que este debate que hace años viene dándose aún genera divisiones no resueltas.

Da la impresión que cierto sector de la abogacía aún  pretende “secuestrar” a la mediación para sí, con una exclusiva mirada jurídica.

Entiendo a la mediación y la gestión de los conflictos como un campo aún en construcción pese a los años de desarrollo, con aportes de diversas disciplinas que parte de la idea que el conflicto primero es humano y luego jurídico.

Teniendo en cuenta esto, pienso que la mediación no es “patrimonio” de una profesión en particular, que lo que realmente importa es entender el contexto y las personas que están frente a nosotros en este espacio.

Para ello, cualquier profesional con la formación específica en mediación podría serlo conociendo el medio y con las especializaciones que se requieren, por ejemplo en cuestiones de familia y penal.

Lo que creo más importante que el “encuadre” jurídico es la posibilidad de conocer las particularidades de cada cuestión: no es lo mismo una cuestión familiar, comercial, laboral, societaria, educativa, por mala praxis, por alguna cuestión relativa a la construcción, etc.
Tener un mediador que conozca el contexto habilita nuevas posibilidades.

Siempre recuerdo un caso que comedié con un colega Contador sobre una división societaria. Todo el avance que se pudo hacer fue gracias a su mirada y conocimiento del contexto.  

Es cierto, pueden existir derechos en juego, tal situación puede ser perfectamente subsanada por los abogados de parte y en los casos que la ley requiere homologación.

Llama la atención además que espacios relativos a la mediación y la gestión de los conflictos se han incorporado como espacios obligatorios en las carreras de grado de diversas profesiones: Lic. En Psicología, Lic. En Trabajo Social, Lic. En Relaciones Públicas, Lic. En Marketing, Lic. en Cs Políticas, Lic. En Seguridad Pública y ciudadana, entre otras, mientras que en la carrera de abogacía todavía algunos planes de estudios no la contemplan o la prevén como espacios “optativos”.

Limitar la mediación a una profesión es negar los orígenes de la misma y el valor del trabajo interdisciplinario.

Existen además otros campos más amplios que lo judicial para el trabajo en mediación y gestión de conflictos.

Hago votos para que esta “grieta” se cierre definitivamente para beneficio de la mediación y de todos los MARCS.

¿Qué opinan colegas? El intercambio está abierto.

DANIEL MARTÍNEZ ZAMPA
ABOGADO.
MAG. EN ADM. Y RES. DE CONFLICTOS.
MEDIADOR. CONCILIADOR LABORAL
PROFESOR EN CS. JURÍDICAS.
ARGENTINA.

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