Por Lilian Vargas. Presidente de Fundación Instituto de Mediación
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INTRODUCCIÓN

     El Programa. Antecedentes.

   Ubicación Geográfica. Población.

  Las experiencias a compartir en este capítulo se han desarrollado en la zona Metropolitana de la ciudad de Resistencia o “Gran Resistencia”[1] en la Provincia del Chaco, ubicada al NE de Argentina, sobre la margen izquierda del Río Paraná.

Chaco es una joven provincia[2] que cuenta con una población total de 1.055.259 habitantes, lo que representa un 2.9% de la población total del país (36.260.130 habitantes).

La población indígena o descendiente de pueblos indígenas u originarios que habita el Chaco, asciende al total de 41.304 personas[3], lo que representa el 4% del total poblacional de la provincia (1.055.259 habitantes)[4].

Las etnias que conforman la población originaria en esta Provincia son: Wichís, Qom y Mocovíes (o mocobíes), las que se encuentran distribuidas en toda la provincia del Chaco.

En la ciudad de Resistencia, habita un importante número de miembros de la etnia Qom quienes viven en su mayoría en un Barrio construido por el Gobierno Militar hacia la mitad de la década del ´60, en la periferia de la ciudad, sobre la Ruta Nacional Nro. 11 (alrededor de 700 familias). Se trata del “Barrio Toba”, donde fue desarrollado el Proyecto en cuestión.

Objetivos del Proyecto.

Los objetivos de este proyecto inicialmente fueron…:

–   … construir un sistema eficiente de comunicación inter-cultural y multi-cultural entre minorías étnicas y la mayoría blanca, partiendo a iniciativa de esta mayoría;

–  … implementar un sistema de abordaje de conflictos comunitarios entre esos grupos, con la incorporación de técnicas y estrategias del campo RAD, a cargo de un grupo de jóvenes de la etnia Qom.

Participantes del Proyecto.

     Una de las condiciones de quienes subvencionaron el Proyecto era que se trabajara con un número de al menos 15 jóvenes Qom, habitantes del Barrio Toba de la ciudad de Resistencia, de entre 18 y 25 años de edad, con especial atención al balance de género.

  Diagnóstico previo.

     A fin de poder conocer la conflictiva presente en la comunidad, fue necesario detectar cuáles eran las situaciones problemáticas presentes en ésta, lo que fue logrado a través de encuestas y entrevistas desarrolladas por el Equipo[5] a miembros de dicha comunidad, como así también a algunos interlocutores válidos blancos.

 Se diagnosticaron las siguientes situaciones problemáticas críticas, algunas de ellas ya crónicas:

–    Analfabetismo / educación básica (primaria) no completada

–    Altísimo grado de:

o   Desempleo

o   Madres niñas y adolescentes, en su mayoría “solas”

o   Adicciones (drogas y alcohol)

o   Tenencia de armas sin permisos ni autorizaciones (ilegal)

–    Muchos problemas habitacionales y de vivienda (3 generaciones cohabitando en la misma casa construida para una familia nuclear)

–    Discriminación persistente, auto-discriminación, discriminación inversa, aislamiento, auto-aislamiento.

–    Asistencialismo del Estado

–    Crisis de liderazgo (los caciques han ido perdiendo su rol de liderazgo atento a que quienes presiden las organizaciones de la sociedad civil del barrio son quienes logran cubrir algunas necesidades de la comunidad -alimento, vestimenta, salud, trabajos precarios, servicios- a partir de sus relaciones con funcionarios y políticos “de turno”, por lo que en los hechos logran entonces una mayor legitimidad de su comunidad)

Primeros interrogantes.

     Como ningún miembro del equipo inicial era especialista en problemática intercultural, y tampoco en la etnia Qom, los primeros interrogantes surgieron casi de manera espontánea, los que atravesaron luego todo el proyecto.

Estos primeros interrogantes fueron:

–    ¿Qué métodos heredados de sus ancestros utilizan hoy día para solucionar sus conflictos?

–    Como se trata de una comunidad “culturalizada”[6], ¿aplicarán algún modelo / método de resolución de conflictos especial / diferente?

–    Influenciados por sus propios prejuicios (los de los miembros del Equipo), a partir de los cuales esta comunidad era considerada como dependiente del Estado, ¿cómo influye esta dependencia en el abordaje y resolución de sus conflictos?

–    En este contexto, ¿sería posible lograr un intercambio pedagógico apropiado, a fin del logro de los objetivos iniciales, tomando en consideración que se trataba de una iniciativa proveniente de los “blancos”?

–    ¿Cómo llevarlo a la “práctica”?

DISCUSIÓN TEÓRICA

 Antecedentes.

     Los ejes teóricos que sustentaron al Proyecto, estaban al mismo tiempo atravesados por el enfoque experiencial del mismo.

     Cabe resaltar que este sustento teórico pudo ser concluido con posterioridad a la puesta en práctica del Proyecto, con una mirada y análisis retrospectivo; “de la acción a la reflexión” como señala el título del presente Capítulo.

     Tanto el diseño, como la puesta en práctica del Proyecto estuvieron a cargo de un equipo interdisciplinario, formados algunos de sus miembros en Mediación, pero con poca o casi nula experiencia en este tipo de propuestas. Es por ello que inicialmente fue diseñado de tal manera que fuera posible ir modificándolo y adaptándolo a los descubrimientos y emergentes propios del contexto a ser intervenido.

     Cabe resaltar que fue necesario recurrir a interlocutores válidos para lograr la entrada y aceptación del Equipo en la comunidad, lo que se logró con la ayuda de un joven que luego fue parte del Proyecto, que trabajaba en ese momento en el Municipio de la ciudad de Resistencia (con un empleo informal), que conocía y se relacionaba con la cultura blanca y que estaba legitimado por su comunidad.

  Sustento teórico.

     Desde un enfoque sistémico, se pudieron identificar los siguientes basamentos teóricos en el Proyecto en cuestión:

ü  Enfoque sistémico

ü  Mirada y enfoque Interdisciplinar

ü  Aplicación de la Pedagogía de la Problematización

ü  Enfoque desde el Paradigma de la Complejidad

ü  Aplicación de técnicas y estrategias de abordaje cooperativo de conflictos

ü  Enfoque desde la Teoría del Desarrollo a Escala Humana

ü  Aplicación de Técnicas y herramientas de Programación Estratégica 

 Cabe resaltar que estos diversos sustentos teóricos, se retroalimentaron de manera permanente entre sí, lo que logró un  mayor enriquecimiento de la experiencia en análisis.

REFERENCIAS
Ejes básicos  T. de la Comunicación. T. del Conflicto.  T. de la Negociación. T. General de los Sistemas.
Ejes transversales Abordaje Sistémico. Pedagogía de la Problematización.  T. de la Complejidad.  Herramientas de Programación Estratégica T. de GruposAplicación Transdisciplinar

      El abordaje sistémico de las organizaciones, la teoría de la comunicación humana, las técnicas y estrategias que los mecanismos alternativos de gestión de conflictos, sumados al deuteroaprendizaje que se produce en el proceso de su abordaje (Suares, 1999), aplicados éstos en contextos organizacionales, sustentaron los resultados logrados con la puesta en práctica del Proyecto.

     El sistema inicial de análisis fue la Comunidad del Barrio Toba de la ciudad de Resistencia, dentro del cual se tomó como subsistema específico a abordar, al grupo de jóvenes participantes, destinatarios inmediatos del Proyecto. Al mismo tiempo, desde el entorno, el sistema conformado por el Equipo se incorporó a aquél generándose uno nuevo: el Sistema Programa FIMe, donde cada subsistema ostentó roles específicos.

     Fue entonces que, a partir del principio de Integridad de la Teoría General de los Sistemas que hace referencia a que los cambios suscitados en uno de los elementos de un sistema repercuten en el sistema mayor que lo contiene, y en cada uno de los demás subsistemas que lo conforman, se fueron analizando todos los cambios, emergentes y demás situaciones presentadas y suscitadas en el devenir del Proyecto, retroalimentándolos con la propia experiencia de FIMe, la de los miembros del Equipo, y los demás sistemas del entorno.

     Se implementó además una visión compleja de la realidad, reconociéndose que la complejidad va más allá del mero reduccionismo que observa sólo cada parte, y del holismo que observa sólo el todo, ya que, tal como Edgar Morín (2011) lo manifiesta, el todo no existe sin las partes y las partes no existen sin el todo.

     Siguiendo esta visión, se reconoció que las estrategias apropiadas a implementar para lograr un abordaje integrador, más allá de la actitud interdisciplinar del equipo, eran las propias habilidades comunicacionales eficientes que acompañaron a aquélla, las que fueron además promovidas  entre los propios participantes, como así también en sus relaciones con sus familias y su comunidad, y también con el entorno.

     Se pretendió -y finalmente se logró-, salirse de la mirada lineal de la realidad de los jóvenes participantes de la propuesta, abandonándose dicho esquema desde la práctica. El futuro dejó de ser “previsto”, constituyéndose el “presente” en un “bucle generador de conocimientos”, inserto en una realidad social multidimensional y policausal, donde todos quienes conformaron el sistema del Programa se ubicaron en un lugar de “incertidumbre” (Morín, 2011), abandonando las previsiones simples y endebles. “Cada encuentro era un desafío, y al mismo tiempo un esperar a qué ocurrirá”.[7]

     Se reconoció además que las habilidades comunicacionales debían ser acompañadas también por actitudes ricas en humildad, solidaridad, creatividad y participación, lo que fue promovido por el Equipo, pero al mismo tiempo fueron los pilares actitudinales desde los que los jóvenes participantes se presentaron desde el primer momento, de manera espontánea y natural.

     Fue merced a la aplicación de los principios de la Teoría General de los Sistemas que el Equipo logró comprender apropiadamente a los miembros y elementos del sistema donde se involucraron, logrando optimizar los canales comunicacionales y las relaciones “con” y “entre” los grupos en estudio. Fueron sus “metamensajes”[8] los que transmitieron los objetivos e intereses grupales e individuales, como así también sus metas, expectativas y logros, pudiendo de este modo todo el grupo ir construyendo poco a poco el nuevo sistema de auto-gestión de conflictos de la comunidad del Barrio Toba, mediante la aplicación de las técnicas y estrategias de ese ámbito.

     Esos “meta-mensajes” fueron comprendidos a través de estrategias propias de la cultura qom, donde el arte es una de las herramientas comunicacionales más fuerte con que cuentan.

     Es así que el grupo diseñó su propia “bandera”, que los representó en todas las presentaciones y actividades desarrolladas por el grupo.

     Se aplicó la Pedagogía de la Problematización, por ser ésta la más adecuada para lograr “…el fin último perseguido, que es una modificación profunda de las actitudes ligada a un enriquecimiento en los conocimientos…”, partiéndose de las experiencias previas y de la historia particular de cada participante, promoviéndose el desarrollo del pensamiento creativo, la autogestión del grupo, la discusión solidaria, “co-construyéndose” así los nuevos conocimientos y prácticas dentro del propio grupo, traduciéndose éstos luego a su vez en nuevas prácticas incorporadas dentro de cada participante y por ende luego en la comunidad.

     Desde esta concepción pedagógica, cada uno de los miembros del sistema definió y consensuó sus roles, colocándose todos en un lugar de paridad, donde el aprendizaje experiencial fue mutuo y enriquecedor para todos.

     En cada encuentro / taller se promovió la creatividad, la auto-determinación, el trabajo cooperativo, el respeto por el otro y por las diferencias, por lo que las conclusiones de cada jornada resultaban en la mayoría de las veces una sorpresa para todos, consensuándose al mismo tiempo cuáles (y porqué) podrían ser las temáticas y ejes a abordarse en la próxima reunión.

     Ambos subsistemas (los miembros del Equipo y los jóvenes) co-construyeron nuevos objetivos del trayecto, los que fueron incorporados al mismo tiempo como ejes transversales, a saber:

–    Respeto por las diferencias, la identidad y las costumbres

–    Rescate de los propios métodos de abordaje de conflictos

–    Auto-reconocimiento de cada uno en su propio entorno, y en las relaciones de este entorno con el contexto

–    Reconocimiento de situaciones de discriminación (propia y de terceros) que obstruían la eficiente comunicación entre el grupo y el resto de la comunidad

–    Relacionamiento más armónico y pacífico dentro de su Barrio.

     Desde la concepción y aplicación de la Teoría del Desarrollo a Escala Humana fue posible lograr una mejor comunicación entre los dos subsistemas que conformaron el Sistema Mayor (el Programa), como así también consensuar y negociar posibles satisfactores sinérgicos a ser aplicados para acordar agendas, tiempos, recurso pedagógicos, y demás imprevistos que fueron surgiendo.

     Es así que, reconociéndose al ser humano como “un sujeto de múltiples necesidades, que conforman un sistema donde interactúan y se relacionan entre sí de manera permanente…” (Max Neef, 1993) resultó fundamental poder reconocer primero y “negociar” luego los satisfactores apropiados para cubrir las necesidades específicas de la cultura del grupo Qom en el contexto de grupo en análisis (Reconociendo a las culturas como escenarios de desigualdades y de relaciones de poder, como totalidades multidimensionales y contradictorias en la que existe una interacción entre las partes, dentro de las partes y entre las partes y el todo) (Max Neef, 1993). Se lograron consensuar entonces satisfactores relacionados a horarios de encuentro, recursos pedagógicos, temáticas a abordarse, inclusión de los hijos en las reuniones, entre otros.

     Desde el enfoque sistémico aplicado, fue posible además implementar estrategias del ámbito del Abordaje Cooperativo de Conflictos a situaciones cotidianas presentadas en los talleres entre los miembros del Proyecto, como así también en conflictos específicos del Barrio que fueron abordados por aquéllos.

     Fue muy importante también para el equipo aplicar las técnicas y la dinámica de Programación y Pensamiento Estratégicos, lineamientos que se impulsaron no solamente al momento del diseño del Proyecto, sino también durante todo el trayecto del mismo.

     Es así que al decir de Gahan (2005) se tomó al Pensamiento Estratégico como la “Capacidad para detectar con precisión los cambios que se producen en todo tipo de escenarios para desarrollar con celeridad planes coherentes y sustentables que permitan transformar los sueños en realidad”

     Siguiendo estos lineamientos, entre las estrategias a las que recurrió y aplicó el Equipo de manera consensuada con todo el grupo, se pueden citar como ejemplos:

–    Democratización de las decisiones a tomarse (construcción de consensos);

–    Asunción de responsabilidades (en lugar de asignación de responsabilidades) según las posibilidades de cada uno como así también las del grupo (sistema);

–    Reuniones periódicas de Equipo a fin de revisar, evaluar y adaptar del Programa (¿cómo se está avanzando?, ¿se cumplen los objetivos, tiempos, resultados esperados?, ¿faltan recursos?…);

–    Organización de estas reuniones con agenda previa a fin de que cada miembro del Equipo pueda realizar un análisis individual de los temas a abordarse, integrándose aquél luego al trabajo en conjunto.

     Esta forma de trabajar, ya incorporada en el Equipo, fue tomada, adaptada e incorporada también por el grupo de jóvenes participantes, quienes lo aplicaron en situaciones de su vida cotidiana tanto individuales, como así también de su comunidad.

CONCLUSIÓN

     A partir de esta experiencia concreta, en el que la autora del presente Capítulo ha sido una de las protagonistas -además de su mentora-, tomando al primer gran interrogante (¿Es posible construir un sistema eficiente de comunicación intercultural y multicultural con minorías étnicas, a iniciativa de los blancos?) como premisa de estas conclusiones, la respuesta en palabras de todos sus protagonistas, esa sido la siguiente:

“SÍ ES POSIBLE, SE NECESITA TIEMPO, RESPETO, VOLUNTAD Y CONFIANZA COMO ASÍ TAMBIÉN COMPROMISO Y RECONOCIMIENTO”

     Se resalta también que este logro fue el resultado de la espontánea participación y respuesta solidaria y participativa, no solamente por parte de los miembros del Equipo, sino también de los jóvenes participantes.

     Respecto de los miembros del Equipo, resultó fundamental la experiencia, mirada disciplinar y saberes previos de cada uno de ellos en sus campos de acción, en sus contextos y en sus propias disciplinas.

     Por parte de los jóvenes, también sus saberes previos, como así también la confianza lograda y brindada al Equipo luego de unos cuatro meses de trabajo, resultó fundamental.

     Desde el equipo, la construcción interdisciplinaria fue otra de las claves para este resultado. Se partió de un orden predeterminado (el Proyecto diseñado por el equipo en este caso), hacia el caos que se esperaba generar a partir de la ejecución y puesta en práctica del mismo y que de hecho se generó, integrándose los conceptos de observador  y del constructor dentro del proceso de construcción del observado (Morín, 2007).

     Es así que tanto los miembros del Equipo, como los jóvenes participantes resultaron causantes y causados de los cambios que se generaron hacia el interior de ambos subsistemas, del sistema mayor -considerado éste como un todo-, de la comunidad cercana, como así también del macro sistema donde aquellos interactuaban y se retroalimentaban (y lo siguen haciendo) de manera permanente.

     Los resultados logrados fueron presentados por de los jóvenes participantes en su propia comunidad, donde mostraron “SU” bandera, SUS cambios, SUS propósitos y SUS logros, situación “impensada” en el primer orden del Proyecto, al inicio del mismo.

     También alcanzaron a presentar sus experiencias en otros ámbitos tanto dentro del Gran Resistencia, como en la ciudad de Buenos Aires.

     Como conclusión final, e inspirados en una metáfora de Lenise Martins García[9]  el Programa, como construcción interdisciplinar, podría ser comparado con la luz, “…la que al ser observada a través de un prisma, se descompone en diferentes colores -miradas disciplinares-, que sólo encuentra sentido en la integración que permite al hombre abordar la realidad superando la fragmentación para lograr la visión del todo, el Ser y el Hacer en Libertad…”

Impresiones de Claudio Largo, participante del Programa[10]

     -¿Qué recuerdos tienes del Programa? “Hacer mediación comunitaria era una experiencia rara…primero saber qué era la mediación, no tenía idea de lo que era, de a poco me fui animando…”

     “Éramos todos conocidos, gente del barrio…y empezar a tener confianza en nosotros mismos…”

     “Me acuerdo del primer caso[11], el rubio, como lo llamábamos nosotros, no se quería cambiar de lugar ya que su casa estaba en el camino…” “Fueron negociaciones y negociaciones, hasta que salió del lugar…¡qué locura!”

     -¿Para qué te sirvió ser mediador comunitario? “Me sirvió para ver el conflicto y tratar de buscar una solución de ambas partes, que hoy lo hago en mi trabajo…”

     -¿Qué opinión tuvieron en general del Equipo al inicio del proyecto? “Que eran gente rara, más cuando vino Daniel, el psicólogo de Buenos Aires. Como no conocíamos Buenos Aires, nos maravillaba su forma de hablar, su tono era distinto al nuestro, hablaba muy rápido”. “Inés siempre nos decía que no tengamos vergüenza…” “Hedwig era callada, un poco tímida, pero hablaba mucho con nosotros y tomaba nota de todo. La Dra. Lilian apareció con mucho carácter y fuerte y nosotros sólo nos reíamos”.[12]

     “Me acuerdo cuando tuvimos que hacer teatralización[13], nos costaba muchísimo por la vergüenza que teníamos, y ahí entró la Dra. Lilian y comenzó a decir cosas y tomamos coraje…”

     “Recuerdo cuando comencé a indagar costumbres de mi cultura, surgió cuando tuvimos que averiguar cómo era eso de anotar a los bebés cuando nacían y para que tengan sus DNI. Ahí se me ocurrió preguntar a mi mamá por los nombres indígenas de mis hermanos…Y cómo, un shaman-curador hacía los cantos para poner esos nombres”. “Mi hermano se llama NEGALO, que significa boga, y mi hermana NCANAXAI que quiere decir mujer perseguida”

     “Para esos trámites del DNI tuvimos que ir al Registro Civil. Allí hablamos con el Dr. Ferreyra que era el Director… Nos presentamos como los mediadores comunitarios, y charlando nos contó que había mucha gente aborigen sin DNI. Así que nosotros logramos después llevar al Registro Civil Móvil a nuestro barrio” “Y yo al principio ni conocía las calles de Resistencia. Cuando salimos a hacer los trámites que nos encargaron en el Proyecto, nos perdimos en la ciudad (risas)”

     “También me acuerdo que comenzamos a trabajar con los chicos[14] con la sala del Barrio y nos dimos cuenta que casi nadie iba a la sala. Logramos trabajar en conjunto, con  un nutricionista y un comedor los fines de semana. También comenzamos a trabajar para los ancianos y los niños que estaban desnutridos. Sacamos un copeo[15] para el Barrio”


[1] Resistencia es la Capital de la Provincia del Chaco. El “Gran Resistencia” está conformado por la ciudad capital y las de Comandante Fontana, Barranqueras y Puerto Vilelas. En esta región habita aproximadamente la mitad de la población de toda la provincia.

[2] Declarada como tal por Ley Nacional en el año 1951.

[3] Cabe resaltar que estos datos no son del todo exactos, atento a que muchas personas descendientes de indígenas u originarios no se reconocen como tales, por ende no se presentan tampoco como tales ante los censistas.

[4] Estos datos estadísticos han sido obtenidos del Censo 2010 que el Gobierno Nacional de la República Argentina ha realizado en todo el país. http://www.censo2010.indec.gov.ar/resultadosdefinitivos.asp

[5] En este capítulo, “el Equipo” se refiere al equipo técnico FIMe a cargo del Proyecto.

[6] Este vocablo es utilizado por los propios miembros de la etnia Qom, y refiere, en otras palabras, a que la comunidad se encuentra en cierta manera “adaptada” a la cultura mayoritaria blanca de la ciudad.

[7] Así se manifestaban los miembros del Equipo antes de cada encuentro con los jóvenes.

[8] Aquello que realmente se quiere comunicar, “mensaje del mensaje” (Watzlawick, 1997).

[9] Martins García, Lenise Aparecida (2000) Transversalidade e Interdisciplinaridade. Educacao e Ciencia On-line. En www.unbvirtual.unb.br/ciencias.

[10] Claudio Largo tenía 18 años cuando se incorporó al Proyecto. Actualmente se desempeña como Director del Coro Toba Chelaapí, dentro del Instituto de Cultura de la Provincia del Chaco. Se desempeñó además como Director de Cultura Indígena en este Instituto (organismo autárquico del Gobierno de la Provincia del Chaco)

[11] El “primer caso” se refiere a una situación problemática de este  barrio abordada por un grupo de participantes del Programa”

[12] Inés, Hedwig, la Dra. Lilian refieren a miembros del Equipo a cargo del Programa

[13] Se refiere a las dramatizaciones representando situaciones conflictivas que se desarrollaron en los talleres.

[14] Se refiere a los demás jóvenes participantes del Proyecto.

[15] “Copeo” refiere a raciones de leche y refrigerios para los niños, niñas y ancianos del Barrio brindados por el Gobierno Provincial.

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