Este año cumpliré 22 años transitando por los caminos de la mediación, desde aquel año 1996 en que fui parte del primer grupo de mediadores que nos matriculamos en la Provincia del Chaco.
En este tiempo la vida me ha dado la posibilidad de compartir con colegas argentinos y de otros países de Latinoamérica y Europa.
En este camino he conocido experiencias realizadas con gran esfuerzo, sostenidas más por el empuje personal que por una decisión de política pública. Esfuerzos que en ocasiones se perdieron por falta de apoyo o por agotamiento de sus impulsores.
En estos más de 20 años mucho se ha hecho aunque creo es hora de buscar nuevas estrategias para consolidar la mediación y los demás procedimientos RAD en los diferentes ámbitos.
Creo que es tiempo de empezar a hablar también en los congresos, eventos no sólo de lo “exitoso” de las experiencias sino también las dificultades que encontramos para sostenerlas, como una manera de afianzarlas.
No sé por qué cuesta tanto plantear cuáles son las dificultades que se encuentran en el camino. ¿Será porque el “éxito” tiene más marketing?
Dificultades que existen en llegar a los usuarios, en concretar las mediaciones, en el sostén de los centros de mediación públicos o privados- con retrocesos que muchas veces se dan cuando cambia un funcionario que no está convencido de la mediación- las ideas que se tiene del mediación como una herramienta mágica, el reconocimiento del trabajo del mediador con centros que se sostienen en base al trabajo gratuito de los mismos y otros temas importantes.
Reconocer los problemas de ninguna manera le quita valor a las experiencias, ni a la mediación ni a sus aportes y ventajas de aplicarla junto a otras formas RAD en los diferentes ámbitos.
Aunque ver el vaso “medio vacío” no tiene tanta buena prensa, creo que es hora de poner sobre la mesa y discutir las dificultades que existen para poder pensar estrategias para superarlas para lograr una verdadera consolidación de las herramientas de prevención, gestión y resolución de conflictos en los diferentes ámbitos.
Sólo sincerándonos los mediadores se generarán las condiciones para un crecimiento sostenido y con bases firmes de la mediación.
¿Qué opinan colegas? ¿Cuál es su realidad?