Ponencia presentada por Sonia Laura Mora en el Congreso Mundial de Mediación.
Agradecemos la generosidad de la autora de compartirla.
Para contactarse: sonialauramora@gmail.com
INTRODUCCIÓN
“La calidad de los resultados producidos por cualquier sistema depende de la calidad del conocimiento desde el que la gente del sistema opera.” (Otto Scharmer).
Otto Scharmer, nos enseña, en su profunda investigación sobre “liderazgo” que la fórmula para un proceso de cambio satisfactorio no es «la forma después de la función», sino «la forma después de la consciencia».
La estructura del conocimiento y de la atención determina el camino por el que se despliega una situación. Así el éxito de nuestras acciones como promotores del cambio no depende sólo de lo que hagamos, ni de cómo lo hagamos, sino del “lugar interior” desde el cual operemos.
¿Cómo estos conceptos pueden aplicarse al ámbito de la mediación e influir en el resultado del proceso?
La escucha es la herramienta de comunicación más importante con que cuentan los mediadores. Aprendemos a escuchar el lenguaje verbal y no verbal, lo que dicen y lo que no dicen las partes, el efecto que las palabras, el tono de voz y los movimientos corporales.
Pero, ¿qué sucede con nosotros y en nuestro cuerpo? ¿Desde qué lugar estamos escuchando?
¿Cómo juega nuestra propia voz del juicio? ¿Cómo desarrollamos la empatía en situaciones en que el propio corazón se cierra? ¿Cuál es la escucha que nos permite acceder a la creatividad y a la innovación en un proceso de mediación?
La Teoría U desarrolla los distintos niveles de escucha que a su vez generan diversos tipos de conversación y cómo podemos movernos de un nivel a otro utilizando la “atención plena”. Poder conocer esos niveles de escucha y desarrollar la habilidad de utilizar nuestro propio cuerpo como caja de resonancia de lo que sucede afuera, significa tomar conciencia de las posibilidades de influir en los resultados de nuestras acciones.
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