Diálogos Apreciativos como herramienta para abordar conflictos

Luego de formarme con la metodología de Diálogos Apreciativos (Ver: Subirana, Miriam, Cooperrider, David. Indagación Apreciativa. Un enfoque innovador para la transformación personal y de las organizaciones. Barcelona. Editorial Kairós, 2013.) En la primera situación que los apliqué fue en la reforma organizacional de un Club social de mi ciudad, una entidad vecinal que durante años por cada paso que daba hacia adelante, retrocedía cuatro en cuestiones económicas.

Investigando los antecedentes me fui interiorizando que sus antiguos socios fundadores no solo dieron origen a un espacio socio-cultural sino que para ellos representaba la posibilidad de estar en un lugar seguro y ameno, alejado de los escenarios de guerra de la Europa lejana.

En su acta fundacional leí: «…queremos un espacio de paz, donde en un futuro los abuelos vengan con sus nietos de la mano y no que entren corriendo con sus niños envueltos en sus brazos cubriéndolos de las esquirlas del miedo y de la muerte…»

Pudimos llevar adelante el proceso de transformación del club cuando los socios, descendientes de aquellos otros socios fundadores, comprendieron y «apreciaron» que el sueño de sus abuelos podía seguir latente en ellos, solo hizo falta que se atrevieran a generar sus propios sueños para renovar aquellos otros.

La metodología de los Diálogos Apreciativos aplicada a los procesos de Mediación se basa en transformar lo que está dado (el conflicto). Se orientan y enfocan hacia la solución de las problemáticas. Por lo que nos enfocaremos, tanto facilitadores del diálogo como partes en:

-Descubrir (estimular la evocación de vivencias del pasado mediante la exploración con preguntas abiertas, cerradas, exploratorias) lo que fue lo mejor que hubo en la relación ahora dañada.

-Soñar un futuro en común, “pensarse” accionando juntos. ¿Cómo podría ser?

-Diseñar como serían esas acciones (el acuerdo) establecer pautas de trabajo, fijar metas, proponerse objetivos). ¿Cómo sería…?

-Destino y concreción de lo “soñado y planificado”

Las dinámica de los D.A. tienen un desarrollo extenso, veré de explicarlo lo más práctico posible.

Es adecuado llevar adelante, por parte de los Mediadores, una práctica fundamental para asegurar el éxito del posterior proceso y es la de la educación en el conflicto.

Esta educación debe incluir:

 trabajar en la promoción del uso de un lenguaje positivo

 educar en la escucha activa

 educar en principios y valores

 educar en el respeto de sí y del otro (ontología del lenguaje)

 educar en el conflicto como oportunidad y no como problema

He comprobado que trabajando en estos 5 puntos principales, los mediadores reducen considerablemente el nivel de enemistad entre las personas y sus conflictos y dejan allanado el camino para la construcción de acuerdos.

Con respecto al uso de la escucha activa el mediador tiene que incorporarla lo más efectivamente posible y hacer de ella una herramienta eficaz a los efectos de ésta metodología. ¿Para qué?: para poder llevar adelante el proceso con la totalidad de la información que emanará de las mismas partes. El mediador se valdrá de toda la información que pueda recopilar: con las preguntas abiertas-cerradas, con la lectura corporal y la “captación” de las emociones y sentimientos que transitan las personas: enojo, ira, desesperanza, ansiedad…

Es necesario que el mediador esté centrado en sus fortalezas, alienado a su misión (constructor de paz, facilitador de diálogos), abierto a la contemplación del escenario que se despliega ante sí.

El mediador diseñará y pondrá a disposición de los mediados:

– El “lienzo” en el que pintarán su nueva obra (nueva relación),

– Creará la partitura sobre la cual escriban sus acordes (planificación y acción)

– Modelará la botella que contenga el mensaje de paz que ambas partes escribirán y lanzarán al mar…

ASPECTOS FUNDAMENTALES DE LA MEDIACION APRECIATIVA

Esta metodología se basa en los principios:

Construccionista: Las partes co-construyen la nueva realidad que quieren para sí y el espacio donde ésta se desarrollará.

Anticipatorios: Como seres humanos pueden diseñar sus propios sueños a futuro.

Simultáneos: A medida que sueñan, van construyendo esos sueños.

Positivistas: Se trabaja con imágenes y recuerdos de la historia en común positiva.

Metafóricos: Al establecer en sus subconscientes una nueva realidad, se van iniciando los mecanismos cognitivos que culminarán en su concreción.

DE LA TEORIA A LA PRÁCTICA. Utilización de la indagatoria apreciativa para alcanzar acuerdos.

Las preguntas apreciativas tendrán lugar en el momento del proceso donde las aguas ya se hayan calmado, donde las ventanas de intereses y ventilación de emociones hayan ya tenido su efecto. Y donde las partes hayan reconocidos y aceptados el momento que han atravesado y ya estén en condiciones de empezar a «soñar juntas».

El mediador con su pericia movilizará tres aspectos fundamentales de las partes: el lenguaje, el cuerpo y las emociones.

Mediante preguntas abiertas generaremos que las partes entren en un dialogo acerca de lo mejor de la historia en común entre ambos.

Preguntaremos acerca de lo mejor, lo positivo, lo que alcanzaron, lo que proyectaron y lograron, siempre buscando evocar las historias positivas del pasado para que se “llenen” de energía y esa energía renovadora canalizarla para que juntos comiencen a construir su sueño.

Ya en ésta parte del proceso dejaremos de lado el «problema» y nos enfocaremos a descubrir el potencial (lo mejor que hay), las historias narradas en el proceso serán nuestro antecedente para la generación de nuevas preguntas.

Recuerden: Estamos en ésta etapa del proceso pleno de energía, los Mediadores pueden aprovechar este momento-tiempo para hacer un chequeo personal de como se sienten con el desarrollo del proceso y si sienten que su corporalidad y emocionalidad está al nivel de las circunstancias.

Un punto que quiero recomendarles ya que se me viene al presente: No duden en hacer un cuarto intermedio para Uds. Tómense algunos momentos a solas para hacerse una autoevaluación personal y del proceso.

Es muy útil y necesario que lo puedan hacer para renovar energía y seguir adelante…

Continuamos.

En ésta etapa las preguntas tendrán una importancia relevante ya que son las que direccionarán el desenlace de todo el proceso.

Las preguntas tenderán a identificar y valorizar lo mejor de cada una de las partes. Una vez que las partes hablen sobre el potencial a futuro, ya lo estarán construyendo.

Valorizar lo mejor de cada uno es dar valor a lo que puede ser. Y lo que puede ser se va construyendo desde lo declarativo. Debemos gestionar que las partes «declaren» que es lo que quieren, que lo incorporen a su lingüística, a su emocionalidad y lo procesen en el cuerpo.

A modo de ejemplo algunas preguntas apreciativas (recordar formularlas tendiendo a lo positivo)

Caso: Sociedad en conflicto

¿Cuántos logros han generado juntos?

¿Cuál era el sentimiento que sentían en común en esas buenas épocas?

¿A que relacionaban el éxito de los sueños concretados?

¿Qué es lo mejor que el otro aportaba a la relación?

¿Cómo alcanzaban las soluciones conjuntas?

Y siguen las preguntas haciendo anclaje en lo positivo, desprovistas de cualquier signo de negatividad. Desechar los NO, LO NUNCA, LO PEOR, LO MALO, EL PROBLEMA.

Sostenerse en LO MEJOR, LO POSITIVO, LAS SOLUCIONES, LOS DESAFIOS….

Ya en éste momento del proceso Uds. abran detectado un notable cambio en los tres niveles que mencioné: LENGUAJE, CUERPO Y EMOCIONES.

El «nosotros» se ha instalado en el discurso de las partes y es la señal en alto que indica que están llegando a destino.

En ésta parte con sus preguntas apreciativas promoverán que las partes co-construyan el sueño en común y fijen las pautas de como lo materializarán en el espacio de tiempo y lugar (detallado más arriba)

Con un nuevo ciclo de preguntas se trabajará con la energía que afloró en las partes y se la redireccionará a futuro:

¿Qué situaciones del pasado exitoso se podrían generar en el futuro?

¿Cómo se ven en ésta nueva etapa a implementar?

¿Qué es lo mejor de sí que cada uno está dispuesto a dar?

¿Cuáles son los puntos sobre los que harán hincapié en ésta nueva sociedad?

¿Qué es lo mejor que sienten que el otro puede dar en la nueva sociedad?

La implementación de ésta metodología conlleva el necesario seguimiento de los casos a mediar.

Finalmente les quiero agregar que la mediación apreciativa jerarquiza al mediador porque lo lleva a operar en un nuevo paradigma: EL QUE CONSIDERA AL HOMBRE COMO UN SER GENETICAMENTE CONSTITUIDO PARA VIVIR EN SOCIEDAD Y EN ARMONIA.

La pericia del mediador va a promover que la visión personal de cada una de las partes se rediseñe en una nueva visión compartida, logrando que se hagan cargo de una nueva forma de construir futuro: con responsabilidad, equilibrio y sustentabilidad.

Concluyendo, las herramientas y dinámicas que proponen los Diálogos Apreciativos llevan a extender la mirada de los seres en conflicto para incluir lo mejor posible en el nuevo sistema relacional.

Si logramos esto habremos escrito una página más a favor de la construcción de paz en las relaciones y «ya no nos alcanzarán las esquirlas del miedo y de la muerte…»

Hasta la próxima!

Eduardo Gil

Facilitador de Procesos de Aprendizajes y Diálogo

Coach de Conflictos

Capacitador de Mediadores

ARGENTINA

www.capacitarme.wordpress.com

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