Yo no creo en la mediación y  paso a explicar.

NO “creo” en la mediación en el sentido que la Real Academia Española da al término : Tener algo por cierto sin conocerlo
de manera directa o sin que esté comprobado o demostrado”  (https://dle.rae.es)

La mediación es parte de un campo disciplinar en construcción que abarca la detección, prevención, gestión y resolución de conflicto. Y este campo está construyéndose con aportes de múltiples disciplinas. No es un campo de Fe, es un campo científico.

En ocasiones al hablamos  de la mediación  sobrevalorando sus alcances, ventajas y posibilidades. Con esto hemos conseguido crear falsas expectativas que luego se vuelven contra la misma.

En el afán de apoyarla la hemos presentado como la panacea y en ocasiones cometer el mismo error que criticamos. Pasamos de criticar el   pensar el proceso judicial como única forma de gestión de conflictos  a plantear en algunos discursos que  casi todos los conflictos pueden pasar por ella.

En la idea de mostrar sus bondades en las exposiciones en los encuentros contamos nuestras maravillosas experiencias como si todo funcionara bien. Luego en los cafés surge la realidad: las iniciativas que se sostienen por el esfuerzo personal más que institucional, las limitaciones en los lugares de trabajo, la exigencia de “cantidad” de mediaciones y de acuerdos para que cierren las estadísticas, el escaso apoyo más allá de los discursos oficiales, las expectativas frustradas de mediadores privados, la gran presión sobre quienes están en espacios públicos, el escaso reconocimiento del trabajo profesional desde la regulación de honorarios, entre otros.

De ciertos eventos he salido con la sensación de  haber estado en un shopping donde las experiencias son exhibidas, pero sólo las vimos desde la vidriera, porque por el escaso tiempo que se permite para exponer sólo fue eso… ver sólo lo superficial.  Ver en mayor profundidad con sus verdaderos logros y dificultades podrá permitir construir bases sólidas de aprendizaje compartido.

También advierto el escaso tiempo que se da de exposición a los grandes maestros de la mediación, que siempre nos dan nuevas ideas para seguir pensando y seguir construyendo sus cimientos.

En contadas ocasiones, entre ellas el Encuentro de Mediadores en Red de Vaquerías en Córdoba en 2018 se generaron espacios para pensar las dificultades y necesidades para consolidarla.

También se juega, tal como se sostuvo en el Congreso de Mediación de Corrientes, la cuestión personal de los mediadores, que en ocasiones en nuestras relaciones interpersonales no ponemos en práctica lo que decimos sostener, tal como se cuestiona en ciertas ocasiones a quienes profesan una determinada fe.

Quizá se podrá pensar que es una visión negativa. No lo veo como un campo de fe sino como un espacio científico.

Considero que tenemos que empezar a ver también el vaso medio “vacío” y hablar desde lugares realistas- dejando algunos “egos” de lado- las dificultades para pensar cómo consolidar esta disciplina que desde años se viene construyendo.

Por eso, yo no “Creo” en la mediación, la apoyo, la promuevo. Me interesa que cada día se construya desde los aportes propios y de otras áreas los cimientos fuertes  con base científica que la sostengan junto a los demás procedimientos de resolución adecuada de conflictos y que los mediadores y operadores de conflictos puedan vivir de su profesión. 
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